Guía para una instalación exitosa y sin contratiempos

Asegurarse de que la recepción y descarga del material sea efectuada a través de personal capacitado.

Verificar la planimetría y estado del soporte donde realizaremos la instalación. Asegurándose de que esté estable, plano y libre de restos de obra y suciedad.

Revisar las partidas de cerámica o porcelanato, asegurándose de que todo el lote sea de una sola partida, con el mismo tono y calibre. Dicha información se encuentra en la caja identificada con letras y/o números.

Utilizar niveladores, especialmente en placas mayores a 60×60 cm.

Controlar la tonalidad abriendo diferentes cajas y mezclando placas. Colocar la mezcla adhesiva con una “llana dentada” para dosificar y regularizar el espesor de la mezcla. Seguir las instrucciones de la caja respecto al espacio entre placas, asegurando la junta mínima sea la indicada por el fabricante, especialmente para piezas de porcelanato cuando se utilizara utilizando pastina con componentes flexibles.

Retirar la cera protectora, si está presente, una vez finalizada la obra, utilizando agua, detergente neutro y esponja o cepillo de cerdas suaves, evitando el uso de ceras que pueden modificar el aspecto del material. En caso de suciedad correspondiente a los residuos de obra, se recomienda utilizar un thinner final de obra.

Todos los productos porcelanatos, porcelánicos y cerámicos tienen curvatura lo cual no es un defecto si no una característica y por lo tanto, es importante que la colocación sea la correcta. Con diseños rectangulares, para evitar que esta característica sea evidente, al colocar trabando entre placas, es recomendando hacerlo a un máximo del 20% de su largo.

Utilizar siempre adhesivos y pastinas adecuadas al tipo de producto seleccionado. Tenga presente que en caso piezas de porcelanato, placas de gran formato o sujetas a importantes cambios de temperatura, se deberá usar siempre un adhesivo Flex.

Limpiar el material de rejunte con productos adecuados y conforme a las normas del fabricante.

Realizar juntas de dilatación y perimetrales para aliviar tensiones y compensar diferencias de calibre.

Para la limpieza diaria, utilizar agua y, si es necesario, productos de limpieza domésticos, evitando productos ácidos o abrasivos.

Los productos de segunda calidad o saldos pueden tener defectos.

Los productos colocados pierden la garantía de fallas visibles, por lo que se debe examinar antes de la instalación para evitar reclamaciones posteriores.